La Bandera de la Nación Ranquel

La Bandera de la Nación Ranquel: Compuesta por tres franjas de colores, la franja azul simboliza cielo, la franja verde simboliza naturaleza; la franja roja simboliza la sangre Ranquel que se derramó en la “Campaña del Desierto”. La guarda pampa es un detalle estético representativo de esta cultura.

Aparece un KUL – TRUM (instrumento sagrado de percusión), que contiene dos líneas cruzadas indicando los cuatro puntos cardinales y terminan figurando patas de avestruz. En los espacios definidos por estas líneas se encuentra una estrella y la luna en referencia a la naturaleza; unas boleadoras en referencia a la guerra; un zorro en referencia a la dinastía.

Finalmente la figura de PANGHITRUZ GUOR o Zorro Cazador de Leones, más conocido como Mariano Rosas.

domingo, 22 de febrero de 2009

LOS RECLAMOS HISTÓRICOS Y LA PROBLEMÁTICA ACTUAL

Para hacernos una idea de hasta donde ha llegado el nivel de discriminación que padecen los pueblos originarios de América en relación a Occidente, al cristianismo y a la raza blanca europea, en 1537 mediante una bula papal, la iglesia católica reconoció que los llamados indios “tenían alma”, y que eran “seres humanos”. Así mismo el 13 de septiembre de 2007 la ONU reconoce que los indígenas tienen Derechos Humanos.
Los reclamos de los ranqueles pasaban por el reconocimiento de la independencia de la Nación Ranquel con su propio territorio. Así está registrado desde la época en que los españoles gobernaban el virreinato del Río de La Plata y en los Tratados de Paz que los ranqueles firmaron con sucesivos gobiernos nacionales desde Octubre de 1819 hasta el 24 de Julio de 1878. Tratados válidos y reconocidos desde el concierto de la Declaración de los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas.
Actualmente siguen reclamando, lo hacen optando por la obtención de personerías jurídicas en concepto de comunidad indígena. Así intentar ser reconocidos en el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas. De esta manera tener más elementos de presencia institucional a nivel nacional e internacional.
Los ranqueles se identifican con el término INDÍGENA ya que no hacerlo los puede dejar sin sustento legal.
Este pueblo reclama por su identidad, que les devuelvan sus nombres indígenas, que fueron cambiados por nombres cristianos.
Actualmente están siendo sometidos a desalojos y a la expropiación de sus tierras en la reserva donde fueran trasladados al finalizar la campaña del desierto. Una zona medanosa del oeste pampeano que el gobierno nacional eligió para confinar a los ranqueles sobrevivientes. Allí se creó la Colonia Emilio Mitre, último reducto de la nación Ranquel. Leubucó quedó como un lugar histórico y ceremonial cedido por el poder ejecutivo provincial y nacional.

el señor Curunau Cabral, Lonco de la comunidad Epumer comenta:
“Hemos demostrado solamente resistencia, un salvataje de nuestras propias entidades.
De acuerdo a una ley dictada por el gobierno nacional, si no tenemos personería jurídica no somos reconocidos.
El gobierno nacional tiene un principio de amparar entre comillas a los aborígenes pero no es tan así. No nos permiten hacer un co-manejo en la administración del INAI, que es lo que nosotros estamos pidiendo. Lo mismo tendría que ser en la provincia, formar un consejo de coordinación indígena, tampoco nos lo permiten los gobiernos de La pampa, ellos tienen siempre alguno de nuestros indígenas comprado con un pequeño sueldo y no nos dejan entrar a nosotros.
He hecho 2 notas al Ministro de Bienestar Social saliente y nunca obtuve respuesta.
Estoy en un programa nacional donde tenemos que hacer un relevamiento territorial y no encuentro un profesional político para que me acompañe de la provincia, solamente estoy siendo invitado por la UNLP para poder realizar este relevamiento.
Te piden el voto y después se olvidan, a nuestros indígenas le sacan fotos, los hacen hablar, les hacen una pequeña casa, y acá lo que necesitamos principalmente es que si vamos a reclamar las tierras alguien nos atienda, yo les llevo toda la documentación que consta de los derechos ancestrales, mas la nueva ley de emergencia 26.160, mas la 23.302 de”participación indígena” mas la 169 del convenio de la OIT con el artículo en el que el gobierno de la nación y provincial están comprometidos a poner en marcha las leyes anteriores, y se hacen los distraídos.
La dirección de tierras del gobierno de la provincia quiere que paguemos una mensura de aproximadamente unos 35.000 $ que se realiza con radares, o una mas económica de 17.000 $ y de esa manera conseguiríamos su respaldo. Pero a ese dinero no tenemos manera de conseguirlo.
Es muy difícil, por ejemplo, encuentro por Internet un programa de 20.000 $ para que un grupo de artesanos se organicen y trabajaran haciendo un proyecto y lo comento con una persona del gobierno de la provincia la cual se niega diciendo que no puede ser que exista ese programa, al final la llevé para que lo vea en Internet, y me termina dando la razón pero si uno no lo dice ellos no lo dicen, ellos no quieren saber nada con los indígenas.
El decreto nacional en la ley 169 si mal no recuerdo, la reglamentación es a la consulta, los gobiernos tienen que consultarnos a nosotros y nadie nos consulta a nosotros.

Con la personería jurídica se nos reconoce el derecho de posesión ancestral, derecho a nuestras tierras. Nosotros nos presentamos a reclamar nuestras tierras y según el abogado que nos manejaba este tema, abogado que nos da el INAI, dice que nuestro reclamo llegó hasta el juez y este no lo acepta ni bajo el concepto de reclamo de comunidad ni bajo el concepto de ley de emergencia 26.160 de no al desalojo de pueblos indígenas.

Juan Manuel Martínez, secretario de la comunidad Epumer, descendiente directo. Nos comentó:
La mal llamada conquista del desierto, nos trajo de las praderas verdes a estas zonas áridas para que se murieran nuestros ancestros. Nosotros hemos sobrevivido y evidentemente Roca no ha muerto.
Estos poderosos del dinero y del poder político también, con papeles falsos se meten a alambrar y han ido cercando a nuestros hermanos.
La colonia Emilio Mitre es una extensión de 80.000 Has que se dejaron como reserva indígena a finales del siglo 19, tiempo después se redujeron a 40.000 Has. Por acción de representantes de nuestra comunidad en su momento algunas de esas tierras se escrituraron para nuestra gente. En la actualidad llegan supuestos dueños de Francia y de Buenos Aires. De esta manera tenemos el problema de los desalojos y así es el constante hostigamiento.
Jurídicamente nos hacen juicios individualizándonos y no nos aceptan como comunidad. Porque no les conviene, saben muy bien que como comunidad estamos amparados bajo las leyes a nivel nacional y constitucional, el INAI nos ha apoyado sacando notas en el principal diario de Santa Rosa pero los jueces nos ignoran. A nuestro abogado, que nos puso el INAI no le reciben nada. Ahora hemos cambiado de abogado por otro que nos puso también el INAI pero la comunidad indígena tiene dudas.
Hace unos meses hicimos una manifestación en la ciudad de Santa Rosa con el apoyo incondicional de puesteros del oeste, de la federación agraria, del grupo MALUT, el intendente de la localidad de Santa Isabel, la UNLP, nos hemos acercado a Derechos Humanos y han hecho caso omiso de nuestro reclamo.

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