La Bandera de la Nación Ranquel

La Bandera de la Nación Ranquel: Compuesta por tres franjas de colores, la franja azul simboliza cielo, la franja verde simboliza naturaleza; la franja roja simboliza la sangre Ranquel que se derramó en la “Campaña del Desierto”. La guarda pampa es un detalle estético representativo de esta cultura.

Aparece un KUL – TRUM (instrumento sagrado de percusión), que contiene dos líneas cruzadas indicando los cuatro puntos cardinales y terminan figurando patas de avestruz. En los espacios definidos por estas líneas se encuentra una estrella y la luna en referencia a la naturaleza; unas boleadoras en referencia a la guerra; un zorro en referencia a la dinastía.

Finalmente la figura de PANGHITRUZ GUOR o Zorro Cazador de Leones, más conocido como Mariano Rosas.

lunes, 25 de octubre de 2010

ARCHIVOS DE PRENSA 2010

DIARIO LA ARENA:

Edición del 25/7/2010

Segundo encuentro de "La Pampa Rankel"

En las instalaciones del parque recreativo "Don Tomás" se llevó a cabo el segundo encuentro de "La Pampa Rankel" organizado por la Asociación Rankelina "Gente de Epugmer". El primer encuentro fue el año pasado.
Ayer, 24 de julio, se conmemoró el "Día del Aborigen Pampeano". La Asociación Rankelina "Gente de Epugmer" organizó, para celebrarlo, el segundo encuentro de "La Pampa Rankel" que se llevó a cabo en el comedor del Parque Recreativo Don Tomás. Allí estuvieron presentes los descendientes del cacique Epugmer, además de autoridades municipales como el Intendente Francisco Torroba y concejales de la ciudad. Alrededor de 60 personas celebraron este día tan especial que afecta a toda la comunidad aborigen de la provincia y el lema, del encuentro, giró en rendirle un sincero homenaje al cacique Epugmer.
El encuentro arrancó en horas de la mañana de ayer con la entonación del Himno Nacional Argentino, luego le siguieron las palabras del Lonko de la comunidad "Gente de Epugmer", Enrique Pereyra, quien se mostró muy emocionado con la celebración. Prosiguió, con sus palabras, el concejal del partido justicialista Rubén Santillán quien tiene un proyecto en torno a la protección de la comunidad. Según informó Pereyra, el concejal desea adjudicarle a los caldenes, que se encuentran en el campamento por dónde estuvieron los ranqueles, nombres de los distintos caciques de la comunidad aborigen rankel. Luego llegó el turno Mariné Canhué quien brindó un panorama histórico de la presencia de los rankeles en el país. Después de las palabras de los presentes, los asistentes a este segundo encuentro de "La Pampa Rankel", almorzaron empanadas y un rico asado.

Números artísticos
La sobremesa fue muy alegre y divertida debido que un baile popular fue el puntapié para el inicio de las diferentes presentaciones artísticas. Hubo música y bailes folclóricos con la participación del grupo "Pampa y Caldén" en la danza, José Luis Flores, Oscar "Tito" Luis y Pedro Ramón Lucero en el canto. La jornada culminó con un gran baile popular. El Lonko de la comunidad "Gente de Epumer", Enrique Pereyra, realizó un balance muy positivo del encuentro. "El travum -reunión de invitados- se llevó a cabo en homenaje al bravo y olvidado cacique de La Pampa, Epugmer. El encuentro tuvo por motivo reunir a todos los descendientes del audaz cacique que habitó en la zona de Leubucó, al que hemos querido homenajear todos los 24 de julio, con el objeto de reivindicar su memoria que ha sido prácticamente olvidada por la historia". Este segundo encuentro de "La Pampa Rankel" se dio, entonces, en el marco de una celebración entre la descendencia Epugmer y de personas interesadas en preservar la cultura aborigen de la provincia.

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Edición del 18/8/2010

Luego de 20 años, reglamentaron la Ley de Política Indígena

Tras la sanción de la ley 1228 y la publicación del decreto 1586/10, el gobierno pampeano presentó en forma oficial al Consejo Provincial Aborigen. El cuerpo estará integrado por representantes oficiales y aborígenes, y una de sus primeras tareas será relevar las tierras pampeanas donde viven estas comunidades.
Si bien La Pampa ya tuvo organismos focalizados en la temática indígena, nunca llegaron a funcionar como tales, ni lo hicieron en la forma periódica que sus decretos o leyes de creación lo establecían. Este nuevo intento vino de la mano de la sanción de la ley provincial 1228 por la que el gobierno pampeano adhirió a la ley nacional 23302 de Política Indígena y Apoyo a las Comunidades Aborígenes.
La presentación se concretó ayer por la mañana en el Salón de Acuerdos de Casa de Gobierno. El ministro de Bienestar Social, Gustavo Fernández Mendía, encabezó la ceremonia ya que, según el decreto 1586/10, corresponde a esa función la titularidad del Consejo. Junto a él, estuvieron en el Salón de Acuerdos los otros ministros que integran el Consejo y varios representantes de pueblos originarios.
"A partir de aquí van a comenzar las convocatorias a las reuniones plenarias, de las cuales tenemos que hacer dos por año", explicó el ministro Fernández Mendía. "En la primera, estimamos que se redactará el reglamento de funcionamiento y existe la posibilidad de conformar comisiones de trabajo, abocándose a cada una de las problemáticas que el propio Consejo determine".
Los temas que aborde el Consejo versarán sobre la defensa de los derechos, la difusión de las cuestiones culturales, el idioma y todo lo referente a las problemáticas de los pueblos originarios. Asimismo, se realizará un relevamiento de toda la documentación "que se encuentra desperdigada", indicó el ministro. "Hoy no hay un lugar donde esté centralizada la misma. Estamos recavando información para acercarle a Nación sobre el relevamiento de tierras".

Tierras.
En referencia a la situación de la Provincia, Fernández Mendía destacó que se continúa trabajando en forma permanente. "La Pampa tiene la ventaja sobre otras provincias de que existen trabajos que documentan la existencia de cada uno de ellos, están censados. Estamos trabajando con el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) en el relevamiento de tierras, tenemos varios trabajos avanzados. La creación de este Consejo va a potenciar todo esto".
En el acto, se encontraban presentes, los ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad, César Ignacio Rodríguez; de Cultura y Educación, Néstor Torres; de Salud, Luis Ordoñez, el secretario de Derechos Humanos, Rubén Funes, el presidente del Consejo de Lonkos, Oscar Guala, y varios representantes de la comunidad aborigen.

Histórico.
El "lonko" Oscar Guala manifestó que el pueblo Ranquel está viviendo un hecho histórico. Agradeció al Gobierno de la Provincia y sus ministros, ya que "lo que prometieron, lo están cumpliendo. Hace tiempo, cuando tuvimos una reunión con el Gobernador, él nos dijo que firmaría un convenio para trabajar sobre el relevamiento territorial. También la formación de este Consejo, hoy se hizo realidad. El Gobierno nos abrió las puertas para poder trabajar con ellos. Esperemos, que todos los representantes del pueblo Ranquel, trabajen en común acuerdo con los Ministros de cada área. En nombre de todas las comunidades, agradezco este hecho histórico que se ha concretado después de 19 años de espera".

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Edición del 22/6/2010

Celebrarán año nuevo ranquel

Descendientes aborígenes de todo el país se congregarán en esta ciudad para discutir y capacitar sobre las problemáticas indígenas. Esperan a numerosas comunidades y destacan el apoyo de instituciones educativas.
Entrevistada por este medio, la jefa de la comunidad ranquel de General Pico, Rosa Contreras, confirmó que el sábado 24 y el domingo 25 de julio se realizará, en las instalaciones de la Sociedad Española, el "Cuarto Encuentro Nacional de Pueblos Originarios".
La celebración, que contará con la presencia de los descendientes de todas las entidades
aborígenes asentadas en el territorio nacional, tiene como objetivo afianzar la unidad en la lucha por los derechos ancestrales de las distintas naciones indígenas.
"El sábado a la mañana recibiremos a los compañeros para conversar sobre las problemáticas por las que atravesamos y luego realizaremos un almuerzo alusivo con comidas típicas", detalló Contreras.
Según la ranquel, durante la tarde se llevarán a cabo talleres de capacitación destinados a descendientes y a la comunidad en general. "Tenemos que destacar el apoyo de algunas instituciones educativas de la ciudad que nos brindaron sus instalaciones para desarrollar las jornadas de aprendizaje", añadió.
La aborigen aclaró que algunas jornadas se realizarán en las escuelas primarias y otras en la Sociedad Española.
Informó que se tratarán diversos temas como: la tierra y el territorio, la mujer y la joven originaria como así también la identidad y las leyes.
En General Pico se continuará con una tradición que comenzó en 2007 en Rosario. Un año después se desarrolló en la ciudad chaqueña de Pampa del Indio y en 2009 se llevó a cabo en la ciudad de Libertador San Martín en Jujuy.
En tanto, el diputado nacional por La Pampa Ulises Forte (UCR) presentó un proyecto de resolución para declarar de interés parlamentario al cuarto encuentro de pueblos originarios.

Lebucó.
Por otra parte, mañana y el miércoles se celebrará en el asentamiento "Mariano Rosas" -a unos 30 kilómetros de la localidad de Victorica- el año nuevo ranquel.
Contreras afirmó que se reunirán todas las comunidades ranqueles de La Pampa, aunque también participarán descendientes de otras provincias como Mendoza y San Luis.
Especificó que mañana a las 24 se prenderá el fuego sagrado y se mantendrá encendido hasta que amanezca. "En ese momento se realiza la rogativa donde pedimos por el alimento de la tierra, por los enfermos y agradecemos por todo lo que tenemos", graficó.
Expresó además que desde la comunidad piquense se entabló una "fructífera relación" con los aborígenes de diferentes localidades pampeanas y que para el "Lebucó" se espera la presencia de más de 50 indígenas adultos. "Además estamos esperando a los integrantes de la secretaría de Cultura de La Pampa y a docentes de las escuelas de toda la provincia", completó.

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Edición del 25/4/2010

Winifreda cambió el nombre de dos calles

Las denominaciones Julio Argentino Roca y Conquista del Desierto, asociadas a la muerte de miles de aborígenes, fueron eliminados de las calles de esta localidad y reemplazados por Presidente Raúl Ricardo Alfonsín y Pueblo Ranquel, respectivamente. En una histórica sesión ordinaria del Concejo Deliberante, celebrada el miércoles, los concejales de ambos bloques (Frepam y PJ) sancionaron las ordenanzas respectivas, una por mayoría y otra por unanimidad. Lo trascendente radica en que ambas normas apuntan a ser señeras en La Pampa y marcan el camino para que puedan ser imitadas por el resto de las localidades.
El cambio de denominación de las calles tomó tanta relevancia que la mayoría de los funcionarios municipales, integrantes de la mesa directiva del comité de la Unión Cívica Radical, afiliados a ese partido político se acercaron al recinto para presenciar el debate al igual que un matrimonio domiciliado en la avenida Roca integrado por Darío Jañez, gerente de la cooperativa eléctrica, y su esposa Fernanda Funes, docente. Ellos habían elevado hace unas semanas al CD una carta proponiendo una consulta popular y como alternativa previa a esa metodología aportaron el nombre de Cacique Pincén, que públicamente había sugerido el escritor local y docente de la UNLPam, Daniel Pellegrino, y que los concejales del PJ, ni lerdos ni perezosos, plasmaron en un proyecto de ordenanza que presentaron durante la sesión del miércoles.

"Exterminio".
Primeramente se dio lectura al proyecto presentado el 3 de diciembre de 2009 por los ediles Marta Berg, Silvia Benito y Rubén Gutiérrez. Los radicales sostuvieron que Roca fue el artífice de la llamada por nuestra historia "Campaña del Desierto" desarrollada al solo efecto de robarle tierras a los pueblos originarios. Esa "guerra de exterminio" se concretó con una crueldad que repugna en todo sentimiento humanitario. Roca reestableció la esclavitud al anunciar el reparto de indios, los fusilamientos, la quita de niños a sus madres, entre otras atrocidades. A estas prácticas asesinas se les deben imputar también la malversación de tierras de propiedad aborigen robadas a sus dueños originarios y repartidas como botín de guerra. Llamaron desierto a un territorio ocupado por aborígenes a los que hoy la Constitución Nacional denomina pueblos preexistentes. Los ediles quisieron enmendar lo que consideran que fue "un error histórico" el homenaje rendido durante tantos años a Roca en esta localidad. Por eso, propusieron que la avenida sea rebautizada con el nombre de Presidente Raúl Ricardo Alfonsín en reconocimiento a un hombre de la democracia, político, estadista y firme defensor de los DDHH, la antítesis de Roca.

"Guerra sangrienta".
Luisa Ponce (PJ) coincidió con sus pares en que Roca no merece tener una calle en su honor pero no adhirió al nombre del ya mítico líder radical. "No ponemos en tela de juicio al gobierno de Alfonsín, pero si tratamos de enmendar un error histórico no podemos dejar de lado a nuestros pueblos originarios porque fueron ellos los perseguidos, expulsados, asesinados por Roca y fue el Cacique Pincén una de las figuras más emblemáticas por su resistencia en esa lucha desigual. Reemplazar el nombre de Roca por uno que no tenga connotaciones directas con las víctimas del genocidio que fue la mal llamada Conquista del Desierto sería alcanzar un grado de complicidad con ese proceso y estaríamos poniendo un manto de olvido a las atrocidades cometidas", fundamentó. La presidenta del CD, Marta Berg, sostuvo que la intención del proyecto oficialista era cambiar el nombre de un presidente por otro diametralmente opuesto en valores. "Roca encaró una guerra sangrienta contra los indígenas y pisoteó los derechos humanos, Alfonsín, en cambio, enarboló las banderas de la paz y creó la Conadep", comparó. "Si el bloque del Frepam no hubiese tomado la determinación de cambiar el nombre de la avenida Roca nadie se hubiera acordado de reivindicar a los pueblos originarios", resaltó Berg. La edila consideró que Pueblo Ranquel, el nuevo nombre que recibió la calle Conquista del Desierto, agrupa a toda la comunidad ranquelina y dentro de ella al Cacique Pincén, por lo tanto se homenajea a los pueblos originarios.
Al momento de la votación, se produjo un empate en tres y Berg desempató con su doble voto.

Homenaje a los Ranqueles.
Los concejales radicales y peronistas, por unanimidad, le dieron el visto bueno al proyecto de la intendenta Berta Herlein, quien proponía rebautizar la calle Conquista del Desierto por "Pueblo Ranquel". La jefa comunal fundamentó que para los conquistadores, entre ellos el general Julio Roca, los aborígenes representaban una amenaza y la única solución que encontraron fue extinguirlos, subyugarlos o expulsarlos mediante ataques sistemáticos contra sus establecimientos. "Los ranqueles son una etnia originaria de la Argentina que formaron parte de la cultura mapuche aunque sus componentes iniciales eran tehuelches. Entre 1775 y 1790 parte de estos grupos originarios se ubicaron en una zona que denominaron "Mamüll Mapu" porque se encontraba cubierta de bosques de caldenes, algarrobos y chañares y que se extendía desde el sur de las actuales provincias de San Luis y Córdoba hasta el sur de La Pampa. Hasta 1879 mantuvieron su independencia política respecto del poder colonial español incluso del estado sucesor argentino y estaban bajo la mano de un Lonko Che (jefe de tribu). Con el tiempo la sede principal de los ranqueles se ubicó en Luevucó, al norte de Victorica, donde hoy descansan los restos de uno de sus principales caciques, Mariano Rosas", finalizó. Vale recordar que el presidente del Consejo de Lonkos de Comunidades Indígenas de La Pampa, Oscar Alfredo Guala, le había solicitado por carta a los ediles que apoyarán la iniciativa de Herlein. "En el año del Bicentenario de la patria es loable la iniciativa de la municipalidad de Winifreda en reconocer a quienes habitaban originariamente esta parte del territorio argentino", escribió Guala.

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Edición del 21/3/2010

Genocidio de pueblos originarios

Durante la denominada Campaña del Desierto se procedió a aplicar desde el Estado argentino un proceso genocida contra los pueblos originarios. Fundamentos para entender una práctica que tiene su continuidad.

Durante muchos años se pretendió mostrar una imagen de La Pampa como una isla en los años sangrientos de la dictadura de 1976-1983. Esta visión ha sido rebatida ya por varios trabajos que dan cuenta de la represión por esos años en estas tierras. Actualmente, organizaciones de pueblos originarios reclaman el reconocimiento de las políticas hacia sus antepasados como el primer genocidio en Argentina. ¿Es aplicable este concepto a lo que sucedió en Patagonia y la región pampeana? En este artículo sostenemos que sí lo es, y haremos referencia a prácticas llevadas a cabo en ese sentido en el territorio que se corresponde con la actual provincia de La Pampa.

¿Qué
es y qué no es?
El artículo 2° de la Convención de las Naciones Unidas para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, sancionada en 1948 establece que "se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional étnico, racial o religioso como tal: a) Matanza de miembros del grupo; b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo; c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial; d) Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo; e) Traslado por fuerza de niños de un grupo a otro grupo."
Como señala Daniel Feierstein, director del Centro de Estudios sobre Genocidio en la Universidad Nacional de Tres de Febrero, es necesario ser cuidadosos para evitar aplicar el concepto a experiencias que a pesar de que las consideremos reprobables, no están orientadas a un proceso genocida. Para ejemplificar su punto de vista, el investigador analiza si es factible que consideremos como tales a las víctimas de las políticas neoliberales de los años 90 en Argentina, y concluye que no es posible extender de tal manera el concepto. En las prácticas sociales genocidas -explica este sociólogo- el Estado organiza una maquinaria de aniquilamiento sistemático de una fracción delimitada de la sociedad, elegida y seleccionada en función de su origen, ideas políticas o prácticas sociales. A diferencia de ellos, en las políticas neoliberales referidas, se trata de la implementación de una política económica en la que el estado se desentiende del destino de su población en pos de apoyar el incremento desmesurado de la ganancia de algunos grupos sociales.

Argumentos.
Ahora bien, si nos remontamos a los motivos de las campañas de 1878-1885 contra los pueblos originarios que habitaban la región pampeana y patagónica, alguien podría argumentar que -más que el exterminio de la población indígena- lo que se pretendía era obtener las tierras para garantizar extraordinarias rentas a determinados grupos de poder; y que, como estos pueblos no fueron eliminados físicamente en su totalidad, no sería posible hablar de genocidio.
Contra este razonamiento sostenemos dos objeciones: en primer lugar, que no es factible categorizar una práctica genocida en función de los resultados (después de todo, el Holocausto tampoco eliminó físicamente a toda la población judía), sino de los objetivos y los dispositivos puestos en marcha para hacerlo. En segundo lugar, si bien es cierto que el objetivo en última instancia era incorporar las tierras al control nacional como un recurso fundamental, para buena parte de la elite argentina, era indispensable terminar con la inexistencia de grupos indígenas constituidos como tales -esto es, en agrupaciones autónomas-. Así, toda la maquinaria estatal se puso a disposición de eliminar -aunque no físicamente a la totalidad de la población- a las sociedades indígenas como tales. Veamos en qué consistieron estos dispositivos, con algunos ejemplos particulares de lo sucedido con las poblaciones que habitaban lo que años más tarde sería La Pampa. El lector podrá observar que varias de las prácticas mencionadas en el artículo 2° citado al inicio de este apartado, se encuentran presentes en esa triste historia.

Prácticas genocidas.
La más conocida de estas prácticas es por supuesto el exterminio físico. Entre mayo y diciembre de 1878 el ejército comandado por Julio A. Roca realizó 23 expediciones, en las que fueron ultimadas 398 personas, se tomaron prisioneros 901 lanceros y 3.668 miembros de sus familias. Meses después, durante 1879 fueron asesinados 1.313 lanceros, y tomados prisioneros más de 10.000 indígenas entre hombres, mujeres, niños y ancianos. En estas cifras no se incluyen los que fueron asesinados en persecuciones, muertos por hambre en el mismo territorio, o diezmados por las epidemias de viruela, que hicieron estragos entre la población nativa.
A pesar de las versiones oficiales sobre "enfrentamientos" militares, el encierro en campos de concentración y fusilamientos también fue una práctica tristemente habitual en este contexto: los ranqueles recuerdan en particular la masacre de Pozo del Cuadril, en Villa Mercedes, ocurrida en octubre de 1878, cuando un grupo de lanceros fue a buscar las provisiones prometidas por un tratado de paz firmado meses antes. En esa ocasión, entre 50 ó 60 ranqueles fueron encerrados en un corral y fusilados a sangre fría, en un episodio que la prensa nacional resaltó escandalizada. Además de los campos de concentración cuya existencia se ha podido verificar en nordpatagonia, otras memorias de viajeros indican la presencia de campos de este tipo en la zona de Puán y de Bahía Blanca, donde los prisioneros esperaban su traslado hacia destinos laborales muy distantes. El campo de concentración más conocido fue el de la Isla Martín García.
Desde estos puntos, se proseguía con el desmembramiento de familias completas: los hombres adultos podían ser enviados a las distantes zafras azucarera, yerbatera y algodonera, o eran incorporados a la policía, el ejército y la marina. Como han demostrado investigaciones de José Carlos Depetris y de Diana Lenton, la presencia de pampas y ranqueles en los ingenios azucareros de Tucumán implicaba el trabajo en condiciones de esclavitud y el cambio de nombres, así como la represión de sus prácticas culturales. A su vez, los niños y mujeres eran distribuidos al servicio doméstico urbano de familias acomodadas de Córdoba y Buenos Aires.

Identidades rotas.
A la vez, fue común la supresión de los nombres indígenas y la clasificación de los nativos sobrevivientes y sus descendientes como "argentinos" en dos ocasiones de fundamental importancia: al bautizarlos, cuando se les imponía un nombre y apellido distinto en sustitución del original; y en los recuentos censales, considerándolos incluidos dentro la categoría argentino nativo. Este último procedimiento, sumado a un discurso que destacó la importancia efectiva del aporte inmigratorio, contribuyó a enmascarar la significación de la población de origen indígena, invisibilizando a sus miembros.
Por otro lado, la expropiación de sus tierras y la denegación sistemática a entregarles otras, era parte de una política que pretendía desconocer todo tipo de liderazgo indígena previo a 1878, y a la vez impedir que esta población se asentara en forma concentrada en determinados lugares. Los gobernadores del Territorio de La Pampa se negaron una y otra vez a hacer lugar a los pedidos de parcelas. Eduardo Pico sostenía en 1896, que "Permitírsele agruparse en la forma en que antes estuvieron y volver a la vida del aduar seria condenarlos a una perpetua barbarie. El aislamiento de su casta borraría inmediatamente las nociones de vida ordenada que han adquirido evitando las tendencias de sus espíritus salvajes. Las tribus no pueden, no deben existir dentro del orden nacional. Las que tubieron [sic] su asiento en este territorio se encuentran también dispersas diseminadas en los departamentos los individuos que las componían, allí viven felices, entregados a las faenas de campo amparados como los demás ciudadanos por las leyes protectoras de la Nación y divorciados por completo de la autoridad de los caciques sus antiguos gefes [sic]. /.../ la práctica ha demostrado lo perjudicial que son á los vecindarios las agrupaciones de indígenas, tanto en lo que se relaciona á sus intereses, cuanto en lo que concierne a sus costumbres y moralidad" (en expediente 1.150 letra D, del Departamento de Tierras, Colonias y Agricultura, "Díaz Francisco s/tierra para su tribu", Fondo Tierras, Archivo Histórico Provincial).
La cita contiene muchos de los elementos presentes en los discursos que justifican un genocidio: la necesidad de impedir el agrupamiento ("Las tribus no pueden, no deben existir dentro del orden nacional"), la destrucción de sus lazos sociales ("dispersas diseminadas en los departamentos", "divorciados por completo de la autoridad de los caciques"), la desvalorización de sus prácticas culturales ("las tendencias de sus espíritus salvajes"), la expropiación de sus recursos y la explotación laboral ("entregados a las faenas de campo"). Detrás del discurso del "progreso" y de la Argentina como "granero del mundo" estaban los exterminios, las familias desmembradas, los grupos dispersados.
Finalmente, otra de las prácticas habituales, y cuyos efectos continúan hasta la actualidad, fue la desvalorización de las prácticas culturales de los vencidos. Frente a éstas, se subrayó el carácter positivo de las que portarían los inmigrantes extranjeros, y la población indígena fue asociada a la haraganería y al consumo excesivo de alcohol. Enrique Stieben señalaba aún en 1939, en sus conferencias radiales, que los indígenas en La Pampa "van desapareciendo, debilitados por el alcohol, el tabaco y la miseria producida por su incapacidad técnica y su absoluta falta de cultura. Entendemos ahora por qué no fue suficiente ni aconsejable otorgar a las tribus tierras en posesión común. Tampoco habría sido útil otorgar escrituras a título individual sobre leguas y más leguas. Los indios padecían una completa falta de las nociones de orden, administración doméstica y trabajo".

El genocidio continúa.

Matanzas como la de Pozo del Cuadril u otras similares de las últimas décadas del siglo XIX no fueron las últimas realizadas contra pueblos originarios en Argentina. En julio de 1924 tuvo lugar la masacre de Napalpí, contra tobas y mocovíes, en el Territorio Nacional del Chaco, bajo la presidencia de Marcelo T. de Alvear (más de doscientos muertos), y en octubre de 1947 la matanza de La Bomba, contra los pilagá en el Territorio Nacional de Formosa, durante la presidencia de Juan Domingo Perón. Esta última se inició con el fusilamiento de cientos de personas por parte de Gendarmería Nacional, y las persecuciones de sobrevivientes para rematarlos se prolongaron por diez días. Hasta la actualidad, se desconoce el número de víctimas, aunque se estima en varios centenares. Ninguno de los dos casos fueron "excesos" de dictaduras o de fuerzas armadas: son ejemplos de una larga lista de los procesos sociales genocidas instrumentados sistemáticamente contra los pueblos originarios con el objetivo de que nada perturbara la homogeneización social y la explotación laboral. La pregunta es entonces qué tipo de sociedad se había construido para entonces que permitía la permanencia de estas prácticas. Como demuestran varios investigadores, el exterminio físico es una etapa del proceso genocida que para ser legitimada debe ser precedida por construcciones discursivas que nieguen condiciones de humanidad al otro, lo hostiguen, lo aíslen y finalmente justifiquen el ataque contra ellos.
Quizás las discusiones sobre Roca y sus contribuciones al Estado nación en construcción resultan incómodas porque nos devuelven una imagen difícil de aceptar como argentinos. Esta imagen no sólo negaba la posibilidad de incorporar a otros distintos en la construcción de la nación, sino que fundaba la legitimidad de prácticas de exterminio de estos otros. Y lo incómodo es la persistencia de esta negación, que siguió siendo aceptada por buena parte de la sociedad argentina -especialmente la que miraba a Europa como modelo a seguir-, y es recreada cada vez que quien no es indígena se arroga el derecho de poner límites y establecer quién es indígena y quién no lo es, habla de "indios inventados", o resta legitimidad a sus reclamos. Cada vez que alguien se identifica como indígena en Argentina y otros le niegan su derecho a hacerlo argumentando que los indígenas fueron exterminados, que en todo caso son "descendientes" pero no "verdaderos indígenas", las prácticas genocidas vuelven a mostrar su prolongada eficacia.

Claudia Salomón Tarquini
Historiadora. UNLPam-Conicet

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Edición del 25/10/2008

Osvaldo Bayer presentó "Entredichos", su último libro

El escritor Osvaldo Bayer inauguró anoche en el Cine Amadeus el "XXIV Encuentro de las Letras Pampeanas", y presentó "Entredichos", su último libro. Organizada por la Asociación Pampeana de Escritores, la actividad servirá también para celebrar los 25 años de vida de la entidad.
Mientras Osvaldo Bayer llegaba a Santa Rosa, sobre la medianoche del jueves, desde Chubut intentaban, casi desesperadamente, comunicarse con él. "Queremos contarle que nos echaron bajo amenazas de la estancia de Benetton" explicaba el cineasta Mariano Aiello, productor y codirector de la película "Awka Liwen", un film histórico y documental "acerca del racismo contra los pueblos originarios y los criollos en Argentina".
Finalmente, cineasta y escritor lograron hacer contacto y mantuvieron un diálogo que compartieron con "El Aire de la Mañana", por Radio Noticias. Aiello relató que el martes fue "al Museo Leleke, en la estancia de Luciano Benetton, para tomar unas imágenes" pero antes de comenzar, mientras desplegaban las cámaras, "irrumpió a gritos el responsable del lugar". "Ustedes deben ser mapuches, pero tengo un arma para utilizar" los amenazó. Sin dejar de insultarlos, echó a todo el equipo de filmación, que radicó una denuncia por amenazas en la comisaría de Esquel. "Vivimos en carne propia la prepotencia brutal con que tratan a las personas de esta zona", dijo Aiello.
El cineasta recordó que el Museo Leleke es abierto al público y confirmó que "el día anterior se había acordado la hora de filmación con una persona del museo, luego de haber consultado a los responsables de prensa de la empresa Tierras del Sur", de Benetton.

"Dueños de la tierra".
"El origen de todo esto es la prepotencia de los dueños de la tierra y es un reproche para los argentinos, que dejamos comprar tranquilamente las grandes extensiones patagónicas a personas como el señor Benetton, que ni siquiera ha conocido desde antes este hermoso territorio pero viene con sus millones y a los pueblos que están desde hace miles de años se los apalea y desaloja porque lo que vale es el dinero", advirtió entonces Osvaldo Bayer. "Peor para ellos, porque lo dejaremos reflejado en el film", agregó.
- ¿Esta apropiación de los Benetton no es similar a la que realizó el Estado Nacional hace 200 años con estas tierras?
- Es exactamente lo mismo. Basta con leer los discursos del general Roca que encarnan un racismo insoportable. Una frase suya en un discurso oficial deja esto muy claro: "voy a conquistar esas tierras para entregarlas al capital extranjero". Creían que el capital traería el progreso, faltaría preguntarse para quién es ese progreso. Y así terminamos en la cima de la crueldad, una dictadura militar que hizo desaparecer personas, la más perversa en la historia del mundo, ni siquiera informar de alguien que hubiese sido ejecutado. Por eso tenemos que revisar nuestra historia y hacer valer el principio de la ética para vivir una vida en paz y sin racismo.
- ¿Usted cree que había otra forma?
- Por supuesto que sí.
- ¿Pero no hubo en el mundo una corriente de colonización?
- Sí, pero no por eso la vamos a aceptar. Hay que reconocer las equivocaciones de ese modo de proceder. La cultura occidental y cristiana nos condujo a guerras terribles. En la Primera Guerra Mundial los jóvenes se enfrentaba con bayonetas y se abrían el vientre. Eso no es ningún progreso. Tenemos que aceptar la historia, pero tenemos héroes con ética, como Moreno, Castelli, San Martín, Belgrano. Esta desviación histórica comenzó con Rivadavia, que contrató al coronel prusiano Rausch "para exterminar a los indios ranqueles" mediante un decreto que ni siquiera explicaba las razones para el exterminio. Y Roca trajo a cuatro norteamericanos para que calcularan cuántos indios había en las extensas pampas al sur de Buenos Aires. Estimaron que había unos 20 mil. ¿Acaso no había tierras para todos?

El camino de la ética.
Entonces le preguntaron a Bayer su postura frente a la actitud de un grupo que manchó de rojo una bandera y atacó a martillazos el busto de Roca en Santa Rosa. "Estoy contra la violencia. Creo que las cuestiones deben resolverse mediante argumentos y debate público, a través de los representantes el pueblo. Pero acá no se actúa. No hay violencia desde abajo si primero no hay una violencia de arriba. Cuando tapamos todo, porque "de eso no se habla", porque "hay que mirar para adelante", obtenemos ese resultado: alguien comienza a pensar que la única forma es arrancar el monumento con una grúa. Hay que saber leer la historia: Roca hablaba de los salvajes, los bárbaros, y San Martín de nuestros paisanos los indios.
- ¿Eliminando el nombre de Roca de calles y plazas se solucionan los problemas de los argentinos?
- Por supuesto que no, pero por ahí se empieza.
- ¿Usted cree que lo simbólico es muy importante?
- ¡Pero claro que sí! Por ahí empieza la violencia. Un chico asiste a la escuela Julio Argentino Roca, y lo identifica como un prócer, pero después lee sus discursos racistas o descubre que le regalaron las mejores 60 mil hectáreas de Guaminí, donde fundó su estancia "La Larga", como premio por la Conquista del Desierto, y eso es una barbaridad porque cobraba un sueldo de general, y no correspondía regalarle semejante superficie de tierra. El principio de la ética se ha mantenido durante toda la historia del ser humano, así que no me venga con que era una cosa de la época.

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EL DIARIO DE LA PAMPA

Piden que se cumplan los convenios para el mapa étnico del censo

Integrantes de la comunidad ranquel Luis Baigorrita y la comunidad “Kayu Antu Morituve” reclamaron que se cumplan los convenios firmados entre el INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) y el INDEC para la “efectiva participación indígena” en el Censo Nacional de Población 2010.
El pedido fue formulado ante las últimas resoluciones de la Dirección Provincial de Estadísticas y Censos que incluyeron 170 censistas de origen indígena, pero que fueron incorporados en condición de suplentes.
“El Censo Nacional de Población trata de censar cuántos habitantes de Argentina se identifican indígenas y a qué nación indígena pertenecen”, señalan.
“En La Pampa hay mayormente ranqueles, pero también hay otros pueblos indígenas hermanos. Hay dos formularios, el A y el B. En las ciudades de más de 55.000 habitantes se censará sólo un 10% de la población con la pregunta clave número 5, que dice. ’¿Existe en esta vivienda alguien perteneciente a pueblos indígenas/aborígenes, originarios? ¿A qué pueblo: rankulche, tehuelche, huarpe?’”, explican.
“En la localidad de menos de 55.000 personas, se aplicará el formulario ampliado con la pregunta en toda la población de cada localidad. Participan 170 censistas indígenas aproximadamente, que esperamos que pasen de calidad de suplentes a visitar las casas para tener un mapeo del panorama étnico en la provincia, que luego se focalizará en Encuesta Indígena finalizado el censo”, señalan las comunidades.
Entre los objetivos que se persigue con este censo se cuentan mayor participación en las políticas públicas, mayor inclusión social de la población en riesgo, mayor acceso a los programas educativos, de salud, culturales y visibilización de la población real que comienza a identificarse como descendientes de pueblos originarios en la provincia.
Respecto de los funcionarios públicos, las comunidades dijeron que “esperamos que se trate la situación indígena con idoneidad e inteligencia, con respeto y desde un marco de la interculturalidad. Hay un largo camino que deben recorrer los funcionarios de La Pampa y la sociedad civil para conocer la complejidad de nuestra situación y empezar a caminar en cogestión con las autoridades de nuestras comunidades indígenas, tal como lo determinan el artículo 75 inciso 17 de la Constitución y el artículo 6 de la Constitución Provincial”.

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Mapa étnico

“El mapa étnico de La Pampa marca presencia indígena en todas las localidades de la provincia”, afirman las comunidades Luis Baigorrita y “Kayu Antu Morituve”.
“Lentamente lo indígena empieza a fluir en las identidades de los habitantes. Ha sido un proceso de dura lucha por parte de los primeros líderes de difundir los derechos que contempla la ley y vencer los obstáculos y prejuicios presentes en una sociedad conservadora que daba como desaparecida la cultura indígena en La Pampa”, aseguran.
“Tenemos hermanos/as indígenas de distintos pueblos, de distintas clases sociales, de distinta pertenencia y adscripción a la vida comunitaria, de distintas generaciones, con distinta participación de género”, aseguran.
“El reconocimiento de la identidad es un proceso interno que cada persona puede iniciar la revisión de su propia historia, la búsqueda de sus antepasados mediante la genealogía. Recomendamos varias alternativas para buscar en el pasado. El relato y la historia de los abuelos mayores que puedan orientar la búsqueda, el contacto con los jefes de las comunidades indígenas más cercanas. Se puede complementar con documentos escritos tales como actas de nacimiento, defunción, matrimonio y bautismos, boletos de marca y todo documento histórico que tenga la familia. Las fotografías antiguas también pueden aportar datos de lugares, nombres y fechas de relevancia”, afirman las comunidades ranqueles.

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El Gobierno pondrá plata para construir una sede

Se llevó a cabo ayer, en el Ministerio de Bienestar Social, el primer encuentro del Consejo Provincial del Aborigen. El ministro de Bienestar Social, Gustavo Fernández Mendía, anunció que se aportará para la construcción de la sede propia donde comiencen a funcionar las comunidades aborígenes. El ministro calificó como “histórico” el encuentro de ayer.
Luego comentó que se ha avanzado en algunas herramientas prácticas: “por un lado se formó una Comisión de Documentación, que tiene como fin que todas las comunidades de La Pampa tengan su personería jurídica y su documentación en orden, para que cuenten con una existencia física y puedan trabajar a partir de ello”.
“También hemos trabajado sobre la elaboración de un documento interno del Consejo, en el cual se debatieron las políticas a llevar adelante”. Y luego adelantó que “un viejo anhelo del Consejo de Caciques era poder contar con una sede propia, y hay una decisión del Gobierno Provincial en ese sentido, con lo cual se les hará un aporte para ello, para que comiencen a funcionar allí”.
Seguidamente, el ministro recordó que a partir de este Consejo se trata de “efectuar una restitución de derechos, y este es un proceso más amplio que las cuestiones materiales, de las cuales nos hemos venido ocupando en la medida de lo posible y en el mismo marco que el resto de los pampeanos que padecen dificultades del orden social”.
Ante ello detalló que “hay problemáticas que son singulares de descendientes de aborígenes y esto es lo que el Consejo se tiene que proponer abordar, la problemática en sí misma con sus características propias, como cuestiones legales, históricas, culturales”.
Germán Canhué, referente de la comunidad ranquel presente en este encuentro, dijo que la reunión fue con motivo de dar cumplimiento a ley que crea el Consejo Provincial del Aborigen.
“Hemos tenido una reunión muy fructífera, hemos hablado de todos los temas, creemos que de acá en adelante nos espera una tarea muy ardua y de mucho esfuerzo”.
Seguidamente comentó que “el pueblo ranquel es un pueblo indígena que no solamente tiene un problema como la mayoría supone, que son las necesidades básicas insatisfechas y de allí viene el asistencialismo. Nosotros como pueblo tenemos demanda de viviendas, educación, salud, religión, de tierras, cultura”, sostuvo Canhué.

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Se hizo el primer encuentro del Consejo Provincial del Aborigen

Se llevó a cabo en el Ministerio de Bienestar Social: el Ministro adelantó que se aportará para la construcción de la sede propiadonde comiencen a funcionar las comunidades aborígenes.

El ministro de Bienestar Social, Gustavo Fernández Mendía, participó hoy de este primer encuentro del Consejo Provincial del Aborigen, al que calificó como "histórico". Luego comentó que se ha avanzado en algunas herramientas prácticas: "por un lado se formó una Comisión de Documentación, que tiene como fin que todas las comunidades de La Pampa tengan su personería jurídica y su documentación en orden, para que cuenten con una existencia física y puedan trabajar a partir de ello" .

"También hemos trabajado sobre la elaboración de un documento interno del Consejo, en el cual se debatieron las políticas a llevar adelante". Y luego adelantó que "un viejo anhelo del Consejo de Caciques era poder contar con una sede propia, y hay una decisión del Gobierno Provincial en ese sentido, con lo cual se les hará un aporte para ello, para que comiencen a funcionar allí".

Otro de los puntos determinado fue "enviar notificaciones a los diferentes organismos públicos para que efectúen consultas en todo lo referente a la problemática aborigen, para que sean las propias comunidades las que puedan fijar opinión respecto de sus necesidades".

Seguidamente, el ministro recordó que a partir de este Consejo se trata de "efectuar una restitución de derechos, y este es un proceso más amplio que las cuestiones materiales, de las cuales nos hemos venido ocupando en la medida de lo posible y en el mismo marco que el resto de los pampeanos que padecen dificultades del orden social".

Ante ello detalló que "hay problemáticas que son singulares de descendientes de aborígenes y esto es lo que el Consejo se tiene que proponer abordar, la problemática en si misma con sus características propias, como cuestiones legales, históricas, culturales". Por ello sostuvo finalmente que "el trabajo es adecuar todas estas necesidades al mecanismo burocrático del Estado para poder así, avanzar en este camino iniciado".

Muy buena predisposición

Germán Canhué, referente de la comunidad ranquel presente en este encuentro, dijo que la reunión fue con motivo de dar cumplimiento a Ley que crea el Consejo Provincial del Aborigen.

"Hemos tenido una reunión muy fructífera, hemos hablado de todos los temas, creemos que de acá en adelante nos espera una tarea muy ardua y de mucho esfuerzo", pero sobre todo remarcó "la buena predisposición del Ministerio y las ganas de nuestra gente de concretar acciones, creo que vamos a tener muchas y buenas novedades para el futuro".

Seguidamente comentó que "el pueblo ranquel es un pueblo indígena que no solamente tiene un problema como la mayoría supone, que son las necesidades básicas insatisfechas y de allí viene el asistencialismo. Nosotros como pueblo tenemos demanda de viviendas, educación, salud, religión, de tierras, cultura", sostuvo Canhué, en ese sentido señaló que "hemos hablado todos los temas, ellos nos entregaron un borrador con sus propuestas, nosotros hicimos lo mismo con las nuestras, con el fin de que se analicen y en el próximo encuentro las determinaremos".

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Pueblos indígenas tendrán rol protagónico

Los pueblos originarios salieron de campaña. Es porque el Censo Nacional que se realizará el 27 de octubre los tendrá como protagonistas, por la presencia de una pregunta clave para conformar la radiografía etnográfica de la Argentina.
El Consejo de Lonko del Pueblo Ranquel comunicó que “el 27 de octubre, en el marco del Censo Nacional de Población 2010, se relevará a través de la Pregunta Nº 5 la población descendiente de Pueblos Indígenas/Originarios, asentada en la actual provincia de La Pampa”.
La pregunta será la siguiente:
“5 ¿Alguna persona de este hogar es indígena o descendiente de pueblos indígenas (originarios o aborígenes)?”. Después, si es positiva, la pregunta es “¿cuál es el Pueblo?”. Las opciones son: Ranquel, Tehuelche, Huarpe, Kolla, Atacama, Guaraní, Omaguaca, Wichi, Lule, Tapiete, Chané, Chorote, Chulupi, Diaguita, Toba, Mocoví, Charrúa, Pilagá, Myba Guaraní Tonokoté, Lule Vilela, Sel Nam.


30 comunidades


“Nuestro pueblo se encuentra conformado por treinta comunidades en La Pampa y seis en otras provincias”. Hay asentamientos en toda la provincia. Será un largo proceso el libre reconocimiento de nuestros hermanos”, afirman.
Precisaron que “después de la desaparición de más de 20.000 indígenas en la Conquista del Desierto, muchos hermanos quedaron desparramados en distintos puntos del país, mientras que algunos volvieron al territorio después de 1878”.
Señalaron que “todos los sobrevivientes de los crímenes de lesa humanidad cometidos por el Gobierno de Argentina a los Rankulche, quedaron en absoluto silencio sobre su pasado, callando su idioma, sus costumbres, tratando de adaptarse ante la fundación de los pueblos de La Pampa”.
“La vergüenza y la discriminación racial fueron las causas que, junto a un sistema educativo que reafirmaba nuestra desaparición y nos dotaba de salvajes frente a la nueva sociedad colona, influyeron en las nuevas generaciones de jóvenes que hoy niegan y se avergüenzan de su propia identidad”, explicaron en un comunicado los pueblos originarios de La Pampa.
“Todos
los pampeanos debemos hacernos la genealogía, muchos habitantes se han sorprendido de la aparición de aportes indígenas en la historia familiar”, explicaron.

“Existe una gran diversidad en el mundo indígena, empleados del Estado, amas de casa, docentes, profesionales y hasta algunos funcionarios que han empezado a preguntarse sobre sus antepasados”, señalaron.

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Con 19 años de atraso, se presentó el Consejo Provincial Aborigen

El Gobierno de La Pampa presentó el Consejo Provincial Aborigen que estará integrado por ministros del Gabinete y por los representantes de las comunidades indígenas.

El acto -en el que estuvo ausente el gobernador Oscar Jorge- fue encabezado por el ministro de Bienestar Social, Gustavo Fernández Mendía quien estará a cargo de la presidencia del Consejo.
“A partir de aquí van a comenzar las convocatorias a las reuniones plenarias, de las cuales tenemos que hacer dos por año. En la primera, estimamos que se redactará el reglamento de funcionamiento y existe la posibilidad de conformar comisiones de trabajo, abocándose a cada una de las problemáticas que el propio Consejo determine”, dijo Fernández Mendía.
Los temas tratados versarán sobre la defensa de los derechos, la difusión de las cuestiones culturales, el idioma y todo lo referente a las problemáticas de los pueblos originarios. Asimismo, se realizará un relevamiento de toda la documentación “que se encuentra desperdigada. Hoy no hay un lugar donde esté centralizada la misma. Estamos recavando información para acercarle a Nación sobre el relevamiento de tierras”.
El Consejo está conformado por un representante por Ministerio, la Secretaría de Derechos Humanos, además de Organizaciones No Gubernamentales y el Consejo de Lonkos.
En referencia a la situación de La Pampa, Fernández Mendía destacó que se continúa trabajando en forma permanente. “La Pampa tiene la ventaja que existen trabajos que documentan la existencia de cada uno de ellos, están censados. Estamos trabajando con el INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) en el relevamiento de tierras, tenemos varios trabajos avanzados. La creación de este Consejo va a potenciar todo esto”, prometió el funcionario.
Las comunidades aborígenes con asiento en La Pampa podrán designar a tres representantes titulares y tres suplentes, elegidos entre las comunidades debidamente inscriptas en el Registro Nacional de Comunidades Indígenas. Los integrantes del Consejo desarrollarán sus funciones de forma “ad-honorem”.
En el acto, se encontraban presentes, los ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad, Cesar Ignacio Rodríguez; de Cultura y Educación, Néstor Torres; de Salud, Luis Ordoñez, el secretario de Derechos Humanos, Rubén Funes, el presidente del Consejo de Lonkos, Oscar Gualas, y diversos representantes de la comunidad aborigen.
Oscar Gualas dijo que el pueblo Ranquel está viviendo un hecho histórico. Afirmó, en relación a las medidas del gobierno provincial, que “lo que prometieron, lo están cumpliendo. Hace tiempo, cuando tuvimos una reunión con el Gobernador, él nos dijo que firmaría un convenio para trabajar sobre el relevamiento territorial. También la formación de este Consejo, hoy se hizo realidad. El Gobierno nos abrió las puertas para poder trabajar con ellos. Esperemos, que todos los representantes del pueblo Ranquel, trabajen en común acuerdo con los Ministros de cada área. En nombre de todas las comunidades, agradezco este hecho histórico que se ha concretado después de 19 años de espera”.

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A la tierra la vamos a recuperar con papeles


Unificados: desde el escenario de la Sociedad Española, un representante de la comunidad Colla llamó a “unificar la lucha en todo el territorio argentino”, y exigió la devolución de tierras a los pueblos originarios. “El Estado tiene gente capacitada para esto y nosotros también. A la tierra la vamos a recuperar con papeles, como ellos quieren”, concluyó.

General Pico (Agencia) - Con el objetivo de avanzar hacia distintas reivindicaciones, representantes de numerosas comunidades indígenas de la Argentina sostienen en esta ciudad el Cuarto Encuentro Nacional de Pueblos Originarios.
La actividad se abrió ayer con el desarrollo de varias actividades y culminará hoy con la elaboración de un documento que encerrará distintas “conclusiones” alcanzadas en el marco de talleres.
Alrededor de 500 personas llegaron en las últimas horas a General Pico, procedentes de distintos puntos del país. Durante la mañana los lonkos (jefes de las comunidades) encabezaron un ritual originario en terrenos del ferrocarril, mientras que pasado el mediodía se congregaron en la céntrica Asociación Española de calle 13, entre 18 y 20, donde se realizó un acto de apertura que contó con la presencia del intendente Jorge Tebes, varios funcionarios del municipio y algunos concejales de la ciudad.

Bienvenida


Uno de los puntos destacados que tuvo el acto inaugural fue la presencia sobre el escenario de unos 50 lonkos que representaron a distintas comunidades originarias que a lo largo y a lo ancho del país, llevan adelante distintos reclamos, principalmente de índole territorial.
El mensaje de bienvenida “oficial” lo brindó Daniel Cabral, un respetado integrante de la comunidad ranquel pampeana que habló en lengua ranculche y también en castellano.
Asimismo, seguidamente se escuchó al intendente Tebes quien se mostró muy satisfecho porque el Cuarto Encuentro Nacional se realice en General Pico, al sostener que “nos sentimos muy identificados por las reivindicaciones y derechos por los que están luchando”.
Seguidamente, el mandatario hizo entrega de una resolución que declaró el evento “de interés municipal” al presidente del Consejo de Lonkos pampeanos, Oscar Guala, quien también envió un mensaje de bienvenida a los presentes.
“El pueblo ranquel recibe con los brazos y el corazón abierto a todos los hermanos que viajaron durante horas para que podamos encontrarnos unidos en esta tierra por la que pasaron nuestros ancestros”.

Tierras


Seguidamente otros lonkos también dejaron su mensaje inaugural del encuentro, destacándose el de un representante de la comunidad Colla, de Jujuy, quien apuntó que “traemos el mensaje de un nuevo amanecer. Recién tenemos 18 años en esta lucha, después de los 500 años”, en clara relación a la Conquista de América que generó el más grande genocidio de la historia.
Asimismo, desde el escenario de la Española llamó a “unificar la lucha en todo el territorio argentino”, y advirtió que “el Estado tiene que aprender de las comunidades para alcanzar armonía y trabajar en conjunto”. En ese marco exigió la devolución de tierras a los pueblos originarios. “El Estado tiene gente capacitada para esto y nosotros también. A la tierra la vamos a recuperar con papeles, como ellos quieren”, concluyó.
Posteriormente, los presentes disfrutaron de un almuerzo y más adelante se centraron en el desarrollo de distintos talleres que se realizaron en la Asociación Española, el Centro Cultural Maracó y los colegios Nº 111 y Santa Inés, para debatir acerca de cuatro puntos: Mujer, Juventud, Territorio y Cultura.

Recursos


Numerosas instituciones y organismos de General Pico aportaron recursos técnicos, económicos y humanos para posibilitar el encuentro de los pueblos originarios, facilitándoles alojamiento, comida y soporte logístico general.
Colaboran con la organización: Municipalidad y Concejo Deliberante de General Pico, Cámara de Diputados de la Provincia, CORPICO, Regimiento de Caballería Ligero XIII, Sociedad Rural, Federación Agraria Argentina, Centro Empleados de Comercio, Unión Obrera de la Construcción, Centro de Estudiantes Universitarios, UNILPA, CICAR, Cámara de Comercio, ATE y la Coordinación Educativa Zona Norte.

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Historia: la Asociación Rankelina resolvió homenajear a este jefe aborigen todos los 24 de julio para reivindicar su memoria, “que ha sido prácticamente olvidada por la historia”.
Se llevó a cabo ayer en la Laguna Don Tomás el segundo encuentro de “La Pampa Rankel”, organizado por la Asociación Rankelina “Gente de Epugmer”, para festejar el día del aborigen pampeano. La celebración comenzó a festejarse el año pasado cuando se realizó el primer encuentro de este tipo. El 24 de julio se instauró como Día del Aborigen Pampeano debido a que ese mismo día del año 1878 se firmó el último tratado de paz entre la Nación mapuche y el Estado argentino.
El lonko de la comunidad, Enrique Pereyra, explicó que la intención de la festividad es que los miembros de las distintas comunidades aborígenes que viven en la provincia puedan encontrarse para celebrar. En la provincia hay 32 organizaciones y algunas de ellas mantienen diferencias entre sí. “Queremos juntarnos a celebrar como una gran familia”, dijo Pereyra.
La Ley Nacional 23.302 protege los derechos de los indígenas en el país. Sin embargo, en la provincia, las agrupaciones cuestionan algunos aspectos que no se implementan por parte del Gobierno Provincial, como la protección a la producción de lana o la titularización de tierras en el oeste pampeano.
Ayer, por la mañana, se realizó en el parque recreativo Don Tomás un “Travum”, reunión de invitados, en homenaje al cacique Epugmer, que tuvo su asentamiento en la zona pampeana. Al mediodía, se ofreció un almuerzo para todos los descendientes en el salón del albergue municipal. Después de la comida, hubo músicas y bailes folclóricos con la participación, en la danza, del grupo “Pampa y Caldén”, y, en el canto, de José Luis Flores, Oscar “Tito” Luis y Pedro Ramón Lucero.
El “Travum” sirvió para reunir a los descendientes del cacique que habitó en la zona de Leubucó. La asociación resolvió homenajear a ese jefe aborigen todos los 24 de julio para reivindicar su memoria, “que ha sido prácticamente olvidada por la historia”. El año pasado, la festividad se había realizado en un acto en la plaza San Martín. Ayer, al mediodía, el intendente Francisco Torroba pasó por la fiesta de los ranqueles.